Como se mencionó en: ¿De qué tamaño es una imagen?, las imágenes digitales adquieren su tamaño en el mundo real dependiendo del tamaño que se asigne a cada uno de los pixeles que las conforman y dicho tamaño es definido de forma indirecta o directa al asignar lo que se llama resolución de salida a la imagen.
Lo anterior nos llevaría a pensar que si tenemos una imagen de 1000pxX1000px y la vamos a imprimir en una impresora cuyas especificaciones indican que tiene una resolución de 2400dpi, nuestra imagen terminaría midiendo 2.4″X2.4″.
Esto no es cierto, básicamente porque la resolución indicada por el fabricante en sus especificaciones se refiere a puntos de tinta y no a pixeles.
Es decir, una impresora con una resolución de 2400dpi, efectivamente puede colocar esa cantidad de puntos en una pulgada, sin embargo, el color de dichos puntos está determinado por la propia tinta, en otras palabras, si nuestra impresora tiene 4 tintas (CMYK), la impresora puede colocar 2400 puntos cuyos colores son cian, magenta, amarillo o negro.
Nuestra impresora no puede poner un punto verde, para hacerlo tiene que poner por lo menos un punto amarillo y un punto cian.
Entonces, como podemos ver en la imagen anterior, para tener un punto de “color real”, la impresora combina puntos de tinta con espacios blancos de papel, lo que provoca que el punto de “color real”, en el mejor de los casos sea por lo menos 5 veces más grande que los puntos de tinta individuales. (4 tintas + blanco = “color real”).
A lo anterior hay que agregar el hecho, de que las impresoras utilizan gran variedad de tecnologías que permiten al equipo, colocar puntos de tinta de diferentes tamaños, alineados o desalineados, sobreponerlos o utilizar 5, 7, 9 o más tintas, lo cual dificulta aún más la relación final que se tendrá entre los pixeles de la imagen y los puntos de “color real” que producirá la impresora.
Esta dificultad en determinar los puntos de “color real” que una impresora es capaz de reproducir, nos obliga a utilizar un método más sencillo que nos determinar la resolución de salida que la impresora estará dando a nuestra imagen.
Un método practico que arroja buenos resultados es tomar la resolución de la impresora indicada por el fabricante y dividirla por el doble de la cantidad de tintas que la impresora tiene + blanco .
Ej. Nuestra impresora de 2400dpi, con 4 tintas (CMYK).
En base a esta fórmula tenemos que nuestra imagen original de 1000pxX1000px, puede ser impresa hasta un tamaño de 24″x24″, manteniendo una calidad que la mayoría de las personas considerarían aceptable.
Nota: La aplicación de la formula nos indica el tamaño máximo al que puede imprimirse la imagen, lo que significa que puede ser impresa a un tamaño menor sin ningún problema.