Las imágenes digitales tienen su tamaño definido en pixeles, que son los pequeños cuadritos que las conforman.
Sin embargo estas imágenes adquieren tamaño en el mundo real dependiendo del tamaño que se asigne a cada uno de esos pixeles.
Dicho tamaño es definido de forma indirecta o directa al asignar lo que se llama resolución de salida a la imagen.
La resolución salida comúnmente se define en “puntos X pulgada” (“dots per inch = dpi”), de tal forma una imágen de 100pxX100px a una resolución 100dpi, medirá 1″ X 1″, mientras que la misma imagen a una resolución de 10dpi, medirá 10″ X 10″.
Misma imagen a diferentes resoluciones:
Nota: dpi es la resolución del dispositivo de salida (reproduce la imagen), ppi es la resolución del dispositivo de entrada (captura la imagen).
El problema se presenta en que existen ocasiones donde nosotros podemos controlar dicha resolución y hay ocasiones donde no, esto dependiendo básicamente del medio donde la imagen sea reproducida.
Ej.
En un monitor estándar de una computadora con una resolución típica de 96 dpi. Nuestra imagen original de 100px X 100px, medirá, 1.04″X1.04″.
En un dispositivo móvil con una resolución de 320dpi, nuestra imagen medirá, 5/16″X5/16″.
Nota: En los dispositivos móviles la resolución de la pantalla se llama densidad.
Es importante mencionar que actualmente los sistemas operativos pueden modificar éste comportamiento con el fin de que las imágenes no queden muy pequeñas en los monitores de alta resolución como los “Retina” y los 4k o 5k, donde nuestra imagen mediría aproximadamente lo mismo que en el dispositivo móvil, con la diferencia que el dispositivo móvil tiene una pantalla de 5″ o 6″ y el monitor es de 27″ o 32″.
Para evitar esto el sistema operativo usa 3 o 4 pixeles del monitor para dibujar 1 pixel de la imagen.